Homilía del Papa en el Domingo de la Palabra de Dios

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¡Saludos lectores! Como bien saben -para algunos será aburrido, pero bueno, es mi manera de estar al día con la Iglesia-, me gusta escribir ciertos comentarios sobre lo que Francisco, el Papa Pastoral expone en sus homilias. Por ende, hoy quiero comentarles a modo de resumen lo que Francisco expuso en su homilia en el contexto del Domingo de la Palabra de Dios en la Basilica de San Pedro ayer 21 de enero de 2024.

En la homilía, el Santo Padre enfatiza la extraordinaria fuerza de la Palabra de Dios, haciendo hincapié en su capacidad transformadora y destaca cómo la Palabra atrae hacia Dios y nos envía hacia los demás, inspirando acciones significativas y compromiso social. En sus palabras, el Papa describe la Iglesia como un organismo dinámico, llamado por Cristo, atraído por su amor y enviado al mundo como testigo de su mensaje. Este dinamismo se sustenta en la centralidad de la Palabra de Dios en la vida de la comunidad cristiana.

Al citar ejemplos de santos como san Antonio, san Agustín, santa Teresa del Niño Jesús y san Francisco de Asís, el Papa resalta cómo la Palabra de Dios ha sido determinante en la vida de aquellos que han vivido una fe ejemplar. Francisco plantea la pregunta crucial de por qué, a pesar de escuchar la Palabra de Dios, a menudo nos volvemos «sordos» a su llamado. Advierte sobre el peligro de la saturación de palabras en nuestra sociedad actual y nos invita a prestar atención a la Palabra que realmente importa.

En un llamado a la acción, el Papa destaca la necesidad de «dejar» aquellas ataduras del pasado que nos limitan y nos impiden seguir a Jesús. Este dejar implica un cambio radical y un desapego de las seguridades y hábitos anteriores. El Papa utiliza metáforas bíblicas para ilustrar la eficacia concreta de la Palabra de Dios, comparándola con elementos naturales como la lluvia, la nieve, el fuego y una espada afilada. Destaca su poder transformador y vivificante.

Francisco celebra la importancia del Domingo de la Palabra de Dios como una oportunidad para regresar a las fuentes de la fe y redescubrir la riqueza de la Palabra viva que resuena en la Iglesia. En un tono pastoral, el Papa insta a los fieles a hacer espacio para la Palabra de Jesús, a leerla, orarla y permitir que impacte profundamente en la vida cotidiana. Subraya la importancia de la escucha de la Palabra y la adoración del Señor.

En otras palabra, la Homilía del Domingo de la Palabra de Dios nos deja con un recordatorio apasionado de la potencia transformadora de la Palabra divina. Invita a la reflexión personal y a una renovada dedicación a la lectura y práctica de la Palabra en nuestras vidas diarias. Que estas reflexiones nos inspiren a abrazar la belleza y la verdad que la Palabra de Dios nos ofrece. ¡Hasta la próxima entrada!

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