El 6 de febrero, la devoción se enciende en Lovaina, Bélgica, con la celebración de Nuestra Señora de Lovaina. En el año 1444, esta Virgen, venerada con gran fervor en la región, comenzó a obrar milagros, según relata el Abad Orsini.
La iglesia de San Pedro, o Sint-Pieterskerk, en Lovaina, es el hogar de esta venerada imagen mariana. Fundada alrededor del año 986, esta iglesia gótica ha sido testigo de los vaivenes de la historia. La primera iglesia se consumió en un incendio, pero la estructura gótica actual se comenzó en 1425. A lo largo de las dos guerras mundiales, la iglesia sufrió graves daños; en 1914, el techo y la nave fueron consumidos por las llamas, y en 1944, el pasillo norte sufrió daños por bombas.
La estatua de Nuestra Señora de Lovaina, también conocida como la Virgen de Lovaina, es una representación de la Virgen María y su Divino Hijo, denominada Sedes Sapientiae o Trono de la Sabiduría. Tallada en madera por Nicolaas De Bruyne en 1442, esta obra es una réplica a mayor escala de una estatua anterior que databa del siglo XIII. La estatua original fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, no por manos de los fascistas o nazis, sino por bombas aliadas. Actualmente, una réplica de la famosa obra de Bruyne se exhibe en la iglesia.
Sedes Sapientiae no solo es un título específico para la estatua de Nuestra Señora de Lovaina, sino también un tipo de iconografía cristiana que representa a la Virgen María sentada en un trono con el Niño Jesús en su regazo. Esta representación de la Virgen María se volvió especialmente popular a principios del siglo XIII. El trono sobre el cual se sienta generalmente tiene representaciones de leones, y los pies de la Virgen María suelen descansar sobre un taburete, y con buena razón.
«Trono de la Sabiduría» es un título de María que muchos católicos reconocerán de la Letanía de Loreto. San Pedro Damián, en el siglo XI, dijo de la Virgen María que «es ella misma ese maravilloso trono al que se hace referencia en el Libro de los Reyes». Haciendo alusión al trono de Salomón, el rey conocido a lo largo de la historia por su sabiduría. Su trono era de marfil revestido con el oro más fino. «Tenía seis gradas; y la parte superior del trono era redonda por detrás: y había dos manos a cada lado sosteniendo el asiento: y dos leones estaban de pie, uno a cada lado. Y doce pequeños leones estaban de pie sobre las seis gradas de un lado y del otro: no se hizo tal obra en ningún reino«. (Tercer Libro de los Reyes, Capítulo 10: 18-20).
Como descendiente de la noble línea de David y como Madre de Dios, el «Trono de la Sabiduría«, el recipiente de la Encarnación, que llevó y dio a luz a la segunda persona de la Santísima Trinidad, ella misma es, en cierto sentido, el trono sobre el cual el Hijo de Dios reina.
Este símbolo, la Sedes Sapientiae, se ha convertido en el sello de la Universidad Católica de Lovaina, con el lema: «Universitas Catholica Lovaniensis. Sedes Sapientiae«, que en latín significa «Universidad Católica de Lovaina. Trono de la Sabiduría».
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