Nuestra Señora de las Rocas de la Peña de Francia, cerca de Salamanca, España (1434), es venerada en una imagen milagrosa que fue descubierta por Simón Vela en el año 1434. Simón , nacido en París, Francia, en 1401, provenía de una familia piadosa y acomodada. A pesar de su posición privilegiada, Simon despreciaba el dinero y el lujo, reconociéndolos como una amenaza para su bienestar eterno. Por lo tanto, después de heredar la fortuna de sus padres, la entregó por completo a la iglesia y a la ayuda de los pobres.
Dedicó una gran cantidad de tiempo a la oración y fue especialmente devoto de la Santísima Virgen María. En una ocasión, mientras rezaba, cayó dormido y escuchó una voz que le hablaba desde la vacía iglesia, indicándole que su nombre sería Simón Vela y que debía dirigirse a Peña de Francia, donde encontraría el santuario de la Virgen María. Durante cinco años, Simon viajó incansablemente por campos y montañas en busca de Peña de Francia, sin éxito. Casi al punto de abandonar su búsqueda, una voz le instó a perseverar, asegurándole que sus esfuerzos serían recompensados.
En Salamanca, mientras se dirigía a la iglesia de Santiago, presenció un altercado entre dos hombres. Uno de ellos mencionó Peña de Francia como un lugar de refugio. Esto renovó la esperanza de Simón, quien recibió más tarde información sobre la ubicación exacta del lugar. Después de una ardua travesía, llegó a un lugar llamado San Martín de Castañar, donde se le señaló la colina de Peña de Francia. Después de una búsqueda infructuosa en las cuevas de la colina, Simón recibió una visión de la Virgen María, quien le encomendó excavar en un lugar específico y construir un santuario en la cima de la colina. Con la ayuda de cinco hombres, Simón excavó y, el 19 de mayo de 1434, descubrieron una imagen de la Virgen María con el Niño Jesús entre las rocas. Este hallazgo dio origen a la devoción a Nuestra Señora de las Rocas.
La imagen milagrosa fue venerada en un hermoso santuario construido en la cima de la colina, convirtiéndose en un lugar de peregrinación y oración para los fieles. La historia de Simón Vela y el descubrimiento de la imagen de la Virgen María testimonian la fe y la perseverancia en la búsqueda de la divinidad. Nuestra Señora de las Rocas continúa siendo una fuente de consuelo y esperanza para los devotos hasta el día de hoy.
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