Ejercicios Espirituales, quinta meditación de Cantalamessa: «Zaqueo, ¡baja!»

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“La palabra que nos acompaña hoy – dice el cardenal – es la que Jesús dirigió a Zaqueo que había subido a un sicómoro para verlo. Pasando por allí, Jesús levantó la mirada y – en tono de invitación, no de reproche – le dijo: ‘Zaqueo, ¡baja enseguida, porque hoy quiero venir a tu casa!’ Zaqueo soy yo que hablo y Zaqueo eres tú que escuchas. ‘Quiero ir a tu casa’, dicho a nosotros, significa: ‘Quiero entrar en la intimidad de tu vida’. No me basta encontrarte entre la multitud, y tampoco en la Iglesia. Recordemos la invitación del Papa Francisco al inicio de su Evangelii Gaudium: ‘Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él,  de intentarlo cada día sin descanso’”.

“¿En qué consiste este famoso  ‘encuentro personal’ con Cristo?”, pregunta el cardenal Cantalamessa. “Yo digo que es como encontrarse con una persona en vivo, después de haberla conocido durante años sólo en fotografía.  Ayuda a entender la diferencia aquello que sucede en el ámbito humano, cuando se pasa de conocer a una persona a enamorarse de ella. Si eres un joven o una joven, puedes entender esto mejor que nadie. Sólo el enamoramiento cambia verdaderamente la vida. Tanto aquella natural como la del espíritu.  ¡Y Jesús es un enamorado que no decepciona jamás!”

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