La peste de Roma en 591

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Santa María la Mayor

La peste en Roma termina después de que el
Papa San Gregorio Magno encabeza una procesión
con una pintura de Nuestra Señora de San Lucas (591)

La peste que asolaba Roma en el año 591 había sumido a la ciudad en una profunda aflicción. La Guerra Gótica entre el Imperio Bizantino y los godos había diezmado considerablemente Italia, lo que permitió que una tribu germánica de lombardos ingresara en la península y estableciera su propio reino. Eran paganos y arrianos que no respetaban a los católicos, saqueando tierras y destruyendo el famoso monasterio benedictino de Montecasino.

La inestabilidad y la guerra provocaron hambruna en amplias regiones, y Roma, a pesar de poder obtener grano por mar, no estaba exenta de sufrimiento. Luego vinieron terremotos e inundaciones para agravar la situación, y de esta peste Roma no escapó. Las riberas del Tíber se desbordaron, convirtiendo las tierras bajas en pantanos que trajeron muerte y enfermedad. La enfermedad golpeaba con tanta rapidez que a menudo la víctima moría poco después de darse cuenta de que la había contraído.

Incluso el Pontífice Romano murió de la peste el 7 de febrero de 590. Su sucesor fue el Papa San Gregorio Magno, un hombre humilde y piadoso que no buscaba el honor de ser el próximo papa, pero que hizo todo lo posible por salvar a su pueblo. Comprendió que la peste era un castigo de Dios, y alentó a los fieles a arrepentirse de sus pecados y orar por liberación mientras él y los religiosos cuidaban del pueblo de Roma.

Finalmente, San Gregorio convocó a una procesión que tendría lugar al amanecer del 25 de abril. Ese día, los fieles se reunieron primero en sus grupos por toda Roma y luego caminaron por las calles de la ciudad rezando y cantando mientras se dirigían a la iglesia de Santa María la Mayor. La peste era tan potente en ese momento que ochenta personas colapsaron y murieron mientras caminaban hacia el lugar de reunión.

«Regina Coeli laetare, Alleluia!
Quia quem meruisti portare, Alleluia!
Resurrexit sicut dixit, Alleluia!»

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