En la audiencia general del Papa Francisco, celebrada el 15 de diciembre de 2021, el Pontífice continuó su serie de catequesis sobre San José, profundizando en un aspecto particular de su figura: su silencio. A través de reflexiones elocuentes, el Papa nos lleva a comprender la importancia del silencio en nuestras vidas cotidianas y cómo podemos aprender de la actitud silenciosa de San José. El Papa comienza citando el Libro de la Sabiduría: «Cuando la noche estaba en el silencio más profundo, ahí tu palabra bajó a la tierra«, destacando el momento de mayor silencio como el momento en que Dios se revela. Esta cita nos lleva a considerar el valor del silencio en un mundo que a menudo parece no apreciarlo.
El Papa señala que los Evangelios no registran ninguna palabra pronunciada por San José, lo cual no significa que fuera taciturno, sino que su silencio tenía un significado más profundo. Citando a San Agustín, el Papa destaca que «Cuando el Verbo de Dios crece, las palabras del hombre disminuyen«, sugiriendo que el silencio de José refleja la grandeza de Jesús. Además, nos insta a cultivar espacios de silencio en nuestras vidas, donde podamos permitir que emerja la Palabra de Dios en nosotros. Advierte sobre los peligros de la palabra sin control, que puede convertirse en un arma peligrosa si no se acompaña de la reflexión y la sabiduría.
El Papa también destaca la necesidad de unir la acción al silencio, citando a San José como un ejemplo de alguien que no habló mucho, pero actuó con sabiduría y obediencia a la voluntad de Dios. Este llamado a la acción responsable y la prudencia en nuestras palabras nos recuerda la importancia de seguir el ejemplo de San José en nuestras vidas diarias.
Oración
San José,
tú que has experimentado el sufrimiento de los que deben huir
tú que te has visto obligado a huir
para salvar la vida de los seres queridos,
protege a todos los que huyen a causa de la guerra,
el odio, el hambre.
Sostenlos en sus dificultades,
fortalécelos en la esperanza y haz que encuentren acogida y solidaridad.
Guía sus pasos y abre los corazones de quienes pueden ayudarlos. Amén.
Muéstrame tu Rostro 