Nuestra Señora de Castelbruedo es una advocación mariana venerada en la región de Cataluña, España. La leyenda que la rodea sugiere un evento milagroso que ocurrió en la localidad de Oliana, aunque la advocación también se conoce como Nuestra Señora de Castelbruedo. Según relatos históricos, cada año, en el día de la Anunciación, se observaban tres luces de color azul que brillaban a través de las ventanas de cristal de la iglesia en Oliana, iluminando las lámparas y velas de cera. Estas luces, supuestamente encendidas por manos invisibles, desaparecían misteriosamente tres días después de la festividad, el 28 de marzo.
El relato del Abad Orsini sobre este evento milagroso destaca la devoción y la veneración hacia Nuestra Señora de Castelbruedo en la región. Aunque las investigaciones posteriores no pudieron explicar el origen de las luces ni su extinción, se aceptó universalmente que estos sucesos estaban destinados a honrar a la Virgen María y su gran fiesta.
La iglesia mencionada por el abad, que solía estar ubicada en Oliana, probablemente se refiere a la iglesia de Sant Climent cerca de Coll de Nargó, a unos 6 kilómetros de distancia. Aunque hoy en día la estructura parece abandonada, data del siglo XI y podría haber sido el lugar donde se llevaban a cabo las celebraciones en honor a Nuestra Señora de Castelbruedo.
A pesar de la falta de información detallada sobre esta advocación mariana, su historia sigue siendo un recordatorio poderoso de la fe y devoción del pueblo catalán hacia la Virgen María. La veneración de Nuestra Señora de Castelbruedo resalta la creencia en lo divino y en la intercesión de la Virgen en la vida de los creyentes, así como la presencia de lo milagroso en la vida cotidiana.
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