Max Josef Metzeger, mártir

Sacerdote diocesano, Fundador del Instituto Secular Societas Christi Regis; era consciente de que su compromiso por la paz y el ecumenismo, así como el rechazo a la estatolatría del Reich en nombre del primado de Cristo, podrían costarle la vida. Había expresado su disposición a dar su vida como respuesta a la voluntad de Dios.

Max Josef Metzeger nació el 3 de febrero de 1887 en Schopfheim, Alemania. Después de obtener su diploma de secundaria, comenzó sus estudios de Teología en 1905 y los completó con un doctorado en 1910. Fue ordenado sacerdote el 5 de julio de 1911 en Schwarzwald. Durante el estallido de la Primera Guerra Mundial, se alistó como Capellán Militar, pero fue dado de baja en 1915 debido a una grave neumonía con pleuritis.

En el mismo año, se trasladó a Graz, Austria, para asumir el cargo de Secretario General del Kreuzbündnis (Liga de la Cruz). En 1917, fundó la Weltfriedensbund vom Weißen Kreuz (FDK – Liga de la Paz Universal de la Cruz Blanca) y redactó el «Programa religioso internacional para la paz», que envió al Papa Benedicto XV. En 1919, fundó la Asociación Missionsgesellschaft vom Weißen Kreuz, con el lema «¡Cristo debe ser Rey!». Durante estos años, inició varias asociaciones con diversos propósitos, desde la promoción de la paz hasta la abstinencia del alcohol.

El 28 de abril de 1920, recibió la ciudadanía austriaca del Gobierno de Baja Austria. A instancias del Diputado de la III República Francesa Marc Sangnier, promotor del catolicismo social en Francia, en 1921, Max Josef Metzeger fue invitado a hablar en el Congrès Démocratique International pour la Paix en París. Entre 1917 y 1929, Metzger intervino en 14 Congresos Internacionales en calidad de defensor pacis. En 1927, participó como Observador Católico en la Asamblea de Lausana, que dio origen al Consejo Ecuménico de las Iglesias (CEC). Impulsado por la institución de la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, cambió el nombre de la Asociación que fundó, llamándola Christkönigsgesellschaft (Sociedad de Cristo Rey). En este mismo año, fue llamado de regreso a su Diócesis y la sede de la Asociación se trasladó a Meitingen, cerca de Augsburgo. En 1939, fundó la Fraternidad Una Sancta para rezar y trabajar por la unidad de los cristianos.

El 9 de noviembre fue llevado a la cárcel de Augsburgo, sospechoso de estar involucrado en el atentado a Hitler en el Bürgerbräukeller de Munich. Desde la cárcel, Metzger escribió al Papa Pío XII pidiendo que convocara un Concilio Ecuménico en Asís. Salió de la cárcel el 4 de diciembre de 1939 y se trasladó a una casa de la Societas Christi Regis en Berlín, donde además de ocuparse de las actividades pastorales, redactó dos escritos expresamente contra Hitler. El 23 de junio de 1943 fue arrestado nuevamente y detenido en la cárcel de Prinz-Albrecht-Strasse y el 11 de septiembre siguiente fue llevado a la cárcel de Plötzensee en Berlín. El 14 de octubre de 1943, fue condenado a muerte por «alta traición y colaboración con el enemigo». Trasladado a la cárcel de Brandenburg-Görden, el 17 de abril de 1944 fue decapitado. Fue arrestado después de la delación de una mujer a la que había entregado un Memorando sobre la paz y el futuro político de Alemania.

El martirio material ha sido demostrado también por el testimonio del verdugo recibido a través del capellán de la prisión. Respecto al martirio formal ex parte victimae, Metzger era consciente de que su compromiso por la paz y el ecumenismo, así como su rechazo a la estatolatría del Reich en nombre del primado de Cristo, podrían costarle la vida. Había expresado su disposición a dar su vida como respuesta a la voluntad de Dios. Durante el proceso, se defendió manteniendo su confianza en el Señor, incluso cuando se acercaba la ejecución. La disposición al martirio está confirmada por el sacerdote Peter Buchholz, quien lo visitó cinco días antes de su muerte.

Con respecto al martirio formal ex parte persecutoris, el odio a la fe puede considerarse como la motivación predominante, al menos en lo que respecta a la condena a muerte. Metzger se ocupaba de cuestiones sociales y frecuentaba círculos políticos como católico y motivado por intereses ético-religiosos. Como hombre de acción, en un contexto de guerra, predicaba la paz y la comunión entre católicos y protestantes en nombre del bautismo. Aunque su arresto pudo haber sido influenciado por su actividad política, durante el juicio quedó claro el rechazo del régimen a su fe. El juez del Tribunal, después de hacerle una pregunta sobre la fraternidad Una Sancta, ante la respuesta de Max Josef Metzger que esperaba «una sola Iglesia de Cristo«, reaccionó mostrando una clara actitud anticristiana y oponiendo su fe en el Reich. La fama de martirio está presente aún hoy, aunque mezclada con la reputación relacionada con méritos sociales y culturales. La fama signorum es débil. La Investigación diocesana se llevó a cabo en la Curia Eclesiástica de Friburgo, Alemania, de 2006 a 2014.

Validez jurídica de las Investigaciones: 18 de mayo de 2015. La Sesión de Consultores Históricos se llevó a cabo el 15 de enero de 2019, con resultado afirmativo. Congreso Peculiar de Consultores Teológicos (21 de enero de 2021): resultado afirmativo. Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos (12 de marzo de 2024): resultado afirmativo. Durante la discusión, en el contexto del odio a la fe, se destacó que Max Josef Metzger era un hombre de fe. A partir de esta realidad, veía el mundo y encontraba fuerza para proclamar valientemente el mensaje cristiano en un contexto no religioso.

Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar